Harry Pinedo Valera, es hijo de Roldán Pinedo y Elena Valera, destacados pintores del pueblo Shipibo-Konibo.
Este artista nació en la comunidad nativa de San Francisco, distrito de Yarinacocha, departamento de Ucayali y pertenece al pueblo Shipibo-konibo, su nombre en idioma originario es Shoyan Shëca que significa ratón inquieto. Desde muy temprana edad, Harry se formó como pintor en su taller familiar junto a sus padres.
Su padre, Roldán Pinedo, migró en la década de 1990 a la ciudad de Lima, asentándose en el Rímac en la Comunidad de Cantagallo, donde inició a innovar en la pintura tradicional con nuevas técnicas y materiales pero continuando con la tradición de representar la riqueza de la flora y fauna amazónica, inspirándose en la tradición oral de su pueblo.
Gracias a su padre, Harry Pinedo incursionó en el diseño y la pintura tradicional integrando elementos contemporáneos a la rica iconografía del arte amazónico, inspirada en las visiones con ayahuasca, planta amazónica de uso milenario ritual y terapéutico. Esta planta tiene particular importancia en el arte shipibo-konibo, pues tiene el efecto de mostrar los diseños y la energía colorida de los seres vivos a través de visiones, en los que este artista inspira su propuesta pictórica, tanto en composición, formas y paleta de colores.
Roldán y Harry Pinedo, padre e hijo, son artistas que dominan la pintura de gran formato y mediano formato, sus obras se han expuesto tanto en espacios nacionales como internacionales y su producción artística es evidencia de como la innovación del arte shipibo konibo, continúa en las nuevas generaciones.